CUIDADO DE LA PIEL

Construimos cada par de calzado para que dure, pero a veces necesitas hacer que luzcan lo mejor posible para ese momento especial. Solo sigue estos pasos sencillos para limpiar y restaurar tus zapatos de piel a su mejor estado.


QUITAR LOS CORDONES (SI LOS HAY)

Si es necesario, lava los cordones por separado en un recipiente con agua fría y detergente líquido para telas oscuras.

SI TU PIEL SE MOJA, SÉCALA

Suavemente absorbe (¡no frotes!) el exceso tan pronto como sea posible, y permite que el resto se seque al aire. No utilices una fuente de calor para acelerar el secado.

REMUEVE LA SUCIEDAD

Una vez seco, elimina la suciedad acumulada limpiando tus zapatos con un limpiador hecho específicamente para cuero. Puedes usar LIMPIA MANCHAS U|L. Aplícalo en movimientos circulares y límpialo con un paño ligeramente húmedo para evitar obstruir los poros del cuero.

ACONDICIONA LA PIEL SECA

Si tu cuero se seca demasiado, masajea un acondicionador de cuero de alta calidad, puedes usar CREMA HUMECTANTE U|L en el cuero y utiliza un paño limpio para eliminar suavemente el exceso.


Guarda tus zapatos de cuero en un lugar alejado del calor, la humedad, la luz solar y el polvo, preferiblemente en una bolsa de tela y/o caja (no de plástico). Si cuidas bien tus zapatos, se volverán más duraderos e interesantes con el tiempo, reflejando tus aventuras en el camino.